La desolación en los niños cordobeses, una vez que el gobierno municipal tomó la decisión de suspender la cabalgata de los Reyes Magos, fue la nota dominante en la ciudad. Tristeza y desolación. Vic, con la maestría con que capta las situaciones que se viven en Córdoba, nos dejaba una viñeta excepcional: media docena de niños, contritos y cariacontecidos aparecen aguardando una cabalgata que no apareció por el itinerario que había de cubrir por las calles cordobesas. ¡La precipitación en la decisión municipal, que resultó un error con mayúsculas, mandó a la porra las ilusiones de muchos niños y también de adultos cordobeses!

Todo se fue al garete por precipitarse -si quieren en un exceso de celo- a la hora de tomar una decisión que resultó ser un fiasco de campeonato. Es preocupante esto de la precipitación porque empieza a ser algo normal en las actuaciones de este gobierno municipal. Sucedió cuando se les ocurrió retirar el San Rafael de las Casas Capitulares, que luego buscaron enmendar llevándolo a restaurar. Precipitación -muy grave- a la hora de decidir la desubicación de Cosmos, donde está el pan de muchas familias cordobesas, y que ahora pretenden remendar con recalificaciones para impulsar el ladrillo, aunque la cosa no es tan fácil como algunos de los mandatarios municipales piensan. Precipitación a la hora de hacer borrón y cuenta nueva con los terrenos donde se proyectaba la ciudad deportiva del Córdoba C.F.

En la suspensión de la cabalgata de los Reyes Magos a ninguna de las cabezas pensantes se le pasó por las mientes tomar una decisión en el mismo sentido en que lo hicieron en diversos lugares de la provincia, donde Melchor, Gaspar y Baltasar si cumplieron con el cometido de repartir alegría e ilusión por las calles de muchas localidades. Hubo quienes, previsoramente, dejaron la cabalgata para la mañana del día 6; era un mal menor porque es la víspera cuando los Reyes Magos hacen su entrada para llevar regalos y juguetes. Hubo quienes acortaron el recorrido, pero apostaron por la salida de la cabalgata. Hubo, en fin, quienes retrasaron el horario. Fue en Córdoba donde la decisión del gobierno municipal hizo que no hubiera cabalgata oficial. A salvar tan lamentable situación vino la decisión de los responsables de la cabalgata de Ciudad Jardín que sí recorrió las calles del barrio, adonde acudieron en masa los niños cordobeses. Lo ocurrido con la cabalgata oficial del Ayuntamiento quedó en la más absoluta de las evidencias con lo sucedido en Ciudad Jardín, cuya cabalgata sale gracias a iniciativas particulares que su fueron capaces de convertirla, con los medios que tienen, en una realidad.

¿Tan problemático era, en tiempos donde la tecnología permite conocer las previsiones meteorológicas con una precisión que nos asombra, saber que no iba a llover en Córdoba a partir de una hora en que era factible el desfile? ¿Tan complicado era decidir que bastaba con un pequeño retraso para que la cabalgata hiciera su recorrido? ¿Tan difícil era que se decidiera de forma parecida a como lo estaban haciendo en muchos otros ayuntamientos cordobeses?

Visto lo sucedido -en esta ocasión sin remedio- cabe preguntarse si lo que ocurre con demasiada frecuencia en las decisiones que se adoptan en Capitulares es una cuestión de inexperiencia o se trata de incapacidad, de negligencia o simplemente es sectarismo y lo ponen de manifiesto cada vez que tienen ocasión.

(Publicada en ABC Córdoba el 9 de enero de 2016 en esta dirección)

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