Hace cuatro días, cuando comenzó el presente mes de agosto. España perdió el dominio de una parte de su territorio. Casi siete mil metros cuadrados. Exactamente, seis mil ochocientos veinte, que es la extensión de la conocemos como la isla de los Faisanes, que se encuentra en medio del curso de Bidasoa, entre Irún y Hendaya, y marca la frontera entre España y Francia. El nombre de isla de los Faisanes es, al parecer, consecuencia de un error. Nadie busque faisanes allí porque no los encontrará, sencillamente porque no los hay. Eso fue algo por lo que protestó Víctor Hugo cuando anduvo por Hendaya, allá por 1843. Los romanos denominaban a la isla como la del Paso. Entonces allí había que pagar un peaje para ir de Hispania a la Galia. Más tarde los franceses la denominaron como la isla de los Paussans del que derivaría isla de los Faisanes.
También es conocida como isla de los Diplomáticos porque en ella, después de numerosas reuniones entre las delegaciones de don Luis de Haro y Mazarino, se llegó a firmó una paz. Se ponía fin al duelo que españoles y franceses habían mantenido, tras la firma en Westfalia de una paz, en 1648, por la que concluía la llamada guerra de los Treinta Años. Esa paz, la firmada en 1659 en la isla de los Faisanes, es conocida como la de los Pirineos. En ella quedó establecida la frontera entre ambos países tal y como la conocemos hoy. Sin embargo, quedaron algunos flecos. Uno de ellos es que España se quedó y lo mantiene hoy, un pequeño enclave dentro de territorio francés. Ese enclave es Llivia, muy cerca de Andorra. Allí, en su museo municipal, pueden verse los utensilios de una botica, cuyo origen se remonta al siglo XV. Merece la pena ser visitada.
Otro, fue la isla de los Faisanes donde además de la firma de la paz, se establecieron las capitulaciones matrimoniales de Luis XIV de Francia y la infanta española MaríaTeresa de Austria. Para ello cada país levantó su propio pabellón -todo fue muy protocolario, como correspondía a la época y es propio de las relaciones diplomáticas-. El de España fue decorado por Velázquez que ejercía el cargo de aposentador real.
El dominio de la isla quedó sin resolver y dio lugar a algunos desencuentros entre Francia y España en los siglos posteriores hasta que a medidos del siglo XIX se estableció, mediante un tratado suscrito por Isabel II y el emperador Luis Napoleón, el condominio de ella. Pero no será hasta comienzos del siglo pasado, en 1901, cuando ambos países llegaban a un acuerdo definitivo.
España ejercería el dominio sobre la isla, que se encuentra deshabitada, entre los meses de febrero y julio de cada año, mientras que Francia lo haría entre agosto y enero. Esa es la razón por la que España desde el día uno de este mes ha perdido los seis mil ochocientos veinte metros cuadrados de la isla de los Faisanes que han pasado a ser dominio francés, pero sólo hasta el treinta y uno de enero del próximo año.
(Publicada en ABC Córdoba el viernes 4 de agosto de 2023 en esta dirección)