Pero el fracaso de la convocatoria estaba cantado de antemano, a pesar del despliegue informativo hecho desde muchas semanas antes. A pesar de que estamos en tiempo de reivindicaciones en la calle, la gente el 28 de febrero estaba desmotivada. Ha sido mucho tiempo de festejos. El concienzudo trabajo de treinta años no se desarticula en unas semanas y las cifras son elocuentes. Los convocantes, que suelen exagerar mucho, muchísimo cuando hablan de huelguistas en las convocatorias de huelga general, dicen que entre todas las convocatorias -ocho, a razón de una por provincia- reunieron a 50.000 manifestantes. La delegación del gobierno reduce la cifra a 20.000. En cualquier caso, son tan pobres que revelan lo estrepitoso del fracaso. Si a lo paupérrimo de las cifras le restan ustedes a los sindicalistas obligados a asistir por imperativo laboral, a la plana mayor de los socialistas -excluidos los miembros del gobierno andaluz pertenecientes a su facción e incluidos los paniaguados de turno, que no son pocos-, a los comunistas con sus representantes en el gobierno andaluz a la cabeza. Curiosa la actuación de estos últimos quienes, a toda prisa, se cambiaron de atuendo en una actitud verdaderamente camaleónica. Una indumentaria para colocarse detrás de la pancarta y no desentonar en la protesta callejera y otras para el palaciego acto de la Maestranza. En lugar de cambiar la seda por el percal, como se estila en el mundo taurino, una vez concluido en la plaza el ritual del paseíllo y disponerse para la faena; ellos invirtieron los términos, primero la franela y luego indumentaria de tiros largos.

Como decimos el fiasco estaba cantado después de tres décadas de adormideras, de llenarse la boca con «Andalucía Imparable» o «Andalucía la Primera», por citar sólo dos ejemplos de la propaganda gubernamental. A la gente se le había enseñado que el 28 de febrero es una fiesta; por eso los que pudieron, según la costumbre, aprovecharon el largo puente vacacional y los que no se quedaron en casa. Admito que lo de la nieve era algo extraordinario y toda una tentación.

(Publicada en ABC Córdoba el 6 de marzo de 2013 en esta dirección)

 

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