L nombre de Torrijos tiene fuertes resonancias en el liberalismo español decimonónico. No tanto porque la intentona para proclamar la Constitución y acabar con el absolutismo fernandino protagonizada por el general José María de Torrijos y Uriarte fuera de mayor entidad que otras de las muchas habidas a lo largo de la denominada como «ominosa década», sino porque Antonio Gisbert nos dejó, a través de un espléndido cuadro de la conocida como pintura historicista, una viva imagen de como imaginó el artista, más de medio siglo después, el final de aquella aventura en las playas de Málaga. Torrijos y sus compañeros fueron fusilados, inmediatamente después de fracasar en su intento. Córdoba dedicó una calle al militar liberal y escogió la que se abría en la fachada oriental de la Mezquita-Catedral. En la acera frontera a ella se alzaban, entre otros inmuebles, el Palacio Episcopal hospital de San Sebastián, en cuya hermosa y deteriorada portada se dan la mano elementos decorativos del gótico tardío y el plateresco.

En ese hospital de la calle Torrijos se efectuaron unas adaptaciones y, en 1980, se ubicó el Palacio de Congresos y Exposiciones de la ciudad. En los casi cuarenta años transcurridos desde entonces, todos los intentos de construir un Palacio de Congresos acorde con los nuevos tiempos, a los que difícilmente puede dar respuesta la estructura del antiguo hospital renacentista, han fracasado de forma estrepitosa. Alguno de esos intentos, promovido por la alcaldesa Rosa Aguilar y denominado pomposamente como Palacio del Sur, costó sólo proyectarlo un verdadero «pastizal».

El último episodio «palatino», al menos por el momento, está relacionado con unas nuevas obras de remodelación del antiguo hospital. Unas obras promovidas por la Junta de Andalucía que deberían haber estado concluidas hace casi cuatro años, para fínales del año 2014. Córdoba lleva, pues, demasiados años sin Palacio de Congresos y, como consecuencia de ello, el número de los celebrados en la ciudad ha caído de forma vertiginosa. Aproximadamente un tercio menos de los que tenían lugar con anterioridad a su cierre y que no era una cifra para lanzar las campanas al vuelo, dadas las limitaciones de espacio del inmueble y porque otras ciudades andaluzas, como es el caso Sevilla, Málaga o Granada, que sí poseen palacios de congresos modernos capaces de dar respuesta a la necesidades de dichos eventos en nuestro tiempo, suponen una dura competencia.

La nueva fecha dada para la apertura del remodelado antiguo hospital es la del próximo mes de octubre, pero en el horizonte apuntan negros nubarrones. Sólo una empresa se ha presentado al concurso promovido para la concesión de la gestión del palacio. Eso supone que a la pésima actuación protagonizada por la Junta de Andalucía para gestionar las obras mencionadas, se añade ahora el grave problema que supone la falta de iniciativa empresarial cordobesa. Una falta de iniciativa que en este caso resulta ciertamente inaudita, habida cuenta de que en la ciudad hay una Asociación para la Organización de Congresos en Córdoba.

Lo que tenemos por delante es que no hay ni rastro de la avalancha de empresas que, según la Junta de Andalucía, estaban interesadas en la gestión del Palacio. ¿Problemas con el pliego de condiciones? ¿Problemas con un Palacio de Congresos que es un remiendo? Bastará con que en la licitación presentada haya un defecto de forma para que la ciudad prolongue una situación algo más que lamentable.

(Publicada en ABC Córdoba el 22 de agosto de 2018 en esta dirección)

One Response to Torrijos | JoséCalvoPoyato
  1. Gracias!! La verdad es que se hace raro, sí xDreliable online pharmacy


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