En medio de una sequía bíblica, el campesino me dijo que el invierno iba a ser de lluvia. Fue rotundo

 

El Siglo de las Luces, además de una magnífica novela de Alejo Carpentier, era el título de una lección que los antiguos bachilleres estudiaban en los programas de Historia de España. Digo antiguos porque los modernos, al menos en los programas establecidos por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, se limitan al estudio de la denominada contemporaneidad; es decir, quedan legos en lo referente a la llegada de los Borbones al trono de España, ignoran la importancia del tratado de Utrecht o del motín contra Esquilache, no saben que fueron los pactos de Familia… ¡Para qué! Si no sabemos de donde venimos, mejor; así no tenemos que explicarnos donde estamos. Pero a lo que íbamos. Conocemos como Siglo de las Luces al siglo XVIII, al de la Enciclopedia y la Ilustración, al del triunfo de la razón frente a la ignorancia. Una razón considerada la luz que alumbraría el camino de la humanidad. Era la victoria de la racionalidad sobre la superchería que había impregnado hasta entonces el conocimiento. Ese triunfo significó el ostracismo para todo conocimiento que no pudiese cimentarse en el raciocinio.
seguir leyendo →

Abogo por su desaparición porque son la coartada para mantener controlados a los ayuntamientos

 

 

Vaya por delante que siempre he defendido la posición del Partido Andalucista, sostenida desde hace muchos años, abogando por la desaparición de las diputaciones. He creído y creo en las ventajas de esa desaparición porque estaba y estoy convencido de que es lo mejor. También he de señalar que siempre los socialistas se mostraron ardientes defensores de las instituciones provinciales y que jamás ni a Alfredo P. Rubalcaba, que no puede —lo intenta con insistencia y hasta devoción—, hacernos creer que es nuevo en esto en la vida pública, ni a ningún otro miembro del PSOE les escuché una sola palabra contra las diputaciones y mucho menos hablar de su inutilidad.


seguir leyendo →

La última muestra del desinterés de Griñán por Córdoba la tenemos en la actitud de la Junta con la Davis

La imagen de los diputados cuneros —aquellos que son presentados en una circunscripción electoral con la que carecen de vínculos— se remonta a la época de la Restauración, a la de aquella España donde liberales y conservadores se repartían el poder por turno. Entonces era práctica habitual el llamado «encasillamiento»; así denominaban a la selección de los candidatos para que se presentaran por circunscripciones donde su elección estuviera asegurada. En aquella época las circunscripciones electorales estaban ligadas a los partidos judiciales y en muchas era elegido un solo diputado.
seguir leyendo →