Se no va este año que nos ha deparado realidades esperadas unas y otras un tanto sorprendentes, al menos para algunos. Entre las primeras y por lo que respecta a Córdoba, las elecciones municipales dieron una esperada victoria al PP, que gobierna el Ayuntamiento con mayoría absoluta. Más sorprendente fue la pérdida socialista de la Diputación. A los diputados populares capitalinos se sumaban los que aportaban partidos judiciales de las localidades más importantes de la provincia —entendiendo por tales a los de más de veinte mil habitantes— que, salvo Montilla, están gobernadas por los populares. Es el caso de Lucena, Puente Genil, Priego, Cabra y Palma del Río. Un duro varapalo para las huestes de Sánchez que, a nivel andaluz, perdía todas las capitales de provincia, algo que causaba cierta sorpresa. Significó que el PP gobernaría seis de las ocho diputaciones provinciales andaluzas. En Andalucía, nunca, desde las elecciones municipales de 1979, el varapalo al PSOE había alcanzado tales dimensiones.
Las elecciones generales que, pese a la propaganda sanchista intentando de convertir una mentira, a base de repetirla muchas veces, en verdad, las perdió el PSOE que dejaba de ser el partido más votado. Quien salía vencedor era PP, si bien la reedición de lo que, en palabras de quien fuera secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, es un gobierno Frankestein ha dado la presidencia a Pedro Sánchez. Hubo no poca sorpresa con el resultado de dichas elecciones porque todo apuntaba a que los resultados podrían mandar a Sánchez a la oposición, tras el varapalo recibido por los socialistas en las elecciones municipales y autonómicas, y eso no ocurrió. No ha causado sorpresa, al menos a gran parte de los españoles, que Pedro Sánchez haya mentido descaradamente—cambiar de opinión lo llama él— en asuntos que negaba poco antes como otorgar una amnistía a los golpistas catalanes, incluido el prófugo Puigdemont o pactar con Bildu diferentes acuerdos —en estos días se ha conocido la entrega de la alcaldía de Pamplona—que, como herederos políticos de Eta, ni muestran arrepentimiento por los crímenes cometidos ni colaboran en el esclarecimiento de los muchos que quedan por resolver.
En otro orden de cosas, la sequía ha causado estragos. En lo que llevamos de año meteorológico, el agua caída es mucha menos de la necesaria para hacer frente a la escasez de los últimos años. Los pantanos están bajo mínimos y el abastecimiento de agua, incluso para el consumo humano y en los Pedroches la situación es alarmante desde hace meses. Consecuencia de la sequía, también por otras causas, los precios de los alimentos se han disparado de forma extraordinaria. En Córdoba, una de las mejores noticias del año que termina es que avanza, según lo previsto, la creación de la Base Logística del Ejército. También la puesta en funcionamiento del aeropuerto, aunque no acabe de despegar. La lotería de Navidad se ha portado mucho mejor que el año pasado cuando nos dejó en blanco.
Cierro la columna formulando mis mejores deseos para el año que entra con la esperanza de que nos traiga paz para los graves conflictos que sacuden al mundo. También mi agradecimiento a quienes me hacen el honor de haber leído “Desde Simblia” en 2023.
(Publicada en ABC Córdoba el viernes 29 de diciembre de 2023 en esta dirección)