Los presupuestos en las administraciones públicas son siempre una necesidad. Se suele decir, cuando se debaten, que esa sesión es la más importante del año. A veces, por diferentes circunstancias, suelen aprobarse con demasiado retraso. Lo ideal es que con el comienzo del año se estrenen presupuestos, pero hay ocasiones en que se aprueban casi a ejercicio pasado. En esas circunstancias se trabaja con el presupuesto anterior prorrogado y se puede seguir funcionando, pero con dificultades porque no se pueden acometer nuevas inversiones. Sucede cuando los gobiernos no tienen las mayorías suficientes para sacarlos adelante.
Hay momentos en que tener aprobados los presupuestos resulta no sólo necesario, sino imprescindible. Es lo que ocurre con los del Ayuntamiento de Córdoba correspondientes a 2021 que ya llevan un retraso de meses y, por lo que se adivina, puede ser que se retrasen todavía más. Mala cosa en las presentes circunstancias, donde hay una partida cuya aprobación es vital para la ciudad una vez que el ministerio de Defensa decidió que el Centro Logístico del Ejército se ubicara en Córdoba.
Este es un asunto en que no debe andarse con titubeos. Córdoba es, en cierto modo, la ciudad de las ocasiones perdidas. Fue la primera da las capitales de la Bética romana y acabó perdiendo la capitalidad a manos de Sevilla. Luego fue la capital del califato omeya, algo menos de un siglo, y aquello acabó en un fiasco. Los propios cordobeses arrasaron uno de sus principales símbolos: la ciudad palatina de Medina Azahara. En el reinado de Felipe II se planteó la posibilidad de hacer navegable el Guadalquivir hasta ella. No se llevó a cabo. Córdoba ha vivido más bien de espaldas al río, como si fuera un serio obstáculo, a diferencia de lo ocurrido en otros sitios que lo convirtieron en arteria fundamental de sus comunicaciones; y eso que los romanos construyeron un puente sobre su cauce cuando otros lo que tenían era un tablado sobre barcas.
No ha aprovechado de manera adecuada la posición geográfica que tiene para convertirse en un gran centro logístico, teniéndolo todo a favor. Por eso, el anunciado acuerdo para sacarlo adelante es una excelente noticia y habla bien de quienes desde el gobierno y la oposición lo hacen posible. Las oportunidades que se abren con el Centro Logístico del Ejército son extraordinarias. Puede ser el principio de una eclosión tantas veces abortada. La oportunidad no puede perderse y para ello uno de los primeros pasos es tener aprobado el presupuesto de 2021. Los responsables municipales no pueden permitirse rechazos ni siquiera titubeos en las presentes circunstancias. Hay en juego mucho más que un planteamiento ideológico.
(Publicado en ABC Córdoba el 10 de abril de 2021 en esta dirección)