Se ha aprobado en el Senado, por una amplia mayoría —doscientos cuarenta y dos votos a favor y sólo dos en contra, los de Vox— una propuesta de Andalucía Adelante por la que se insta a poner en marcha un Plan de Recuperación para hacer que Andalucía converja con los niveles medios de España, dadas las altas tasas de pobreza y los elevados índices de paro que hay. Los datos, hechos públicos recientemente por el
Instituto Nacional de Estadística, señalan que la mayor parte de los quince barrios más pobres de España se encuentran en Andalucía y que la tasa de paro es aquí mucho más elevada que la media de España, que es de las más altas de Europa.
Llama la atención el hecho de que el PSOE que, salvo los tres últimos años, estuvo gobernando en Andalucía durante treinta y siete haya votado a favor de esta iniciativa cuando durante ese tiempo a sus más cualificados líderes no se les caía de la boca la importante convergencia que Andalucía, bajo su mandato, estaba llevando a cabo respecto al conjunto de España. No era cierto lo que decían. Los índices de Producto Interior Bruto y de Renta Per Cápita de instituciones solventes señalaban de forma reiterativa que seis de las ocho provincias andaluzas ocupaban, en lo que se refería a esos dos parámetros, las diez últimas plazas entre el conjunto de las españolas.
Eran los tiempos de las presidencias de Rafael Escuredo y de José Rodríguez de la Borbolla cuando se acuñó el término de la California del Sur para referirse a Andalucía, en alusión a los grandes avances económicos y la fuerte convergencia con el conjunto de España que se estaba llevando a cabo. Pero los indicadores eran tozudos. Es cierto que había importantes tasas de crecimiento económico, pero no lo era menos que ese crecimiento se producía en otras partes de España donde era incluso superior al de Andalucía. No había convergencia, pero desde las terminales mediáticas del PSOE andaluz se insistía en el camelo y se daba por válido.
La realidad era que bajo los gobiernos de Chaves y Griñán estaba gestándose el tremendo fraude de los EREs en que se llevaron a cabo gastos del dinero público en fines inconfesables en lugar de impulsar políticas de empleo que eran las que podían influir en la creación de riqueza e impulsar la tan cacareada e inexistente convergencia. No podía haber convergencia cuando por lo que se apostaba era por la subvención que ha dado lugar, también en otras partes, a que no se encuentre mano de obra en determinados sectores —sin duda influyen los bajos salarios que se ofrecen en muchos casos y las difíciles condiciones laborales—, mientras en las listas del Instituto Nacional de Empleo hay inscritos miles de trabajadores que aparecen como profesionales de esas profesiones demandadas y para las que no se encuentran trabajadores.
Después de tantos años de declarar una convergencia inexistente no deja de ser llamativo que el PSOE apoye una iniciativa en que se pide un Plan de Recuperación que permita la convergencia de Andalucía con España. Poniendo de manifiesto que la convergencia de las que blasonaban en otro tiempo era simplemente pura propaganda.
(Publicada en ABC Córdoba el viernes 3 de junio de 2022 en esta dirección)