Las elecciones municipales han dejado algunas cosas claras en tierras de Córdoba. El 15 de junio, fecha establecida, para la constitución de los nuevos ayuntamientos, hay seguros los nombres de muchos alcaldes y también notables incertidumbres. Ha habido mayorías absolutas en casi la mitad de los municipios cordobeses. Las ha habido en localidades tan importantes como Montilla (PSOE), Cabra (PP), Priego (PP), Pozoblanco (PP) o Aguilar de la Frontera (IU). No parece que vayan a tener muchos problemas, al ser la lista más votada y estar al borde de la mayoría absoluta, los candidatos socialistas de Lucena, Puente Genil o Palma del Río. Tampoco parece que vaya a tenerlos para ser alcalde de Rute, quien hasta ahora ha sido presidente de la Diputación Provincial; el PSOE y el PP están igualados a concejales, la decisión está en manos del único que tiene Izquierda Unida Pero hay municipios donde las mayorías relativas están al albur de combinaciones más complejas.
Demos por sentado, aunque afirmaciones rotundas en política pueden hacerse muy pocas –como las armas, las coaliciones postelectorales, a veces, las carga el diablo-que la alcaldía de Córdoba está resuelta con la elección del popular José María Bellido. Ha sido la lista más votada y la suma de los concejales de su partido más los de Ciudadanos y VOX le da una ajustada mayoría. Incluso con la abstención de Ciudadanos y VOX, también resultaría elegido porque así lo establece la ley. Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta en la votación, queda automáticamente proclamado quien lo es de la lista más votada.
No ocurre igual en algunos municipios importantes de la provincia. Es, por ejemplo, el caso de La Rambla -enclavada en lo que algunos denominan el corazón de la campiña roja- donde ha ganado el PP, pero la suma de los cuatro ediles del PSOE y los tres de IU pueden arrebatarle la alcaldía. Más en el aire aparece el sillón de alcalde de Baena donde el candidato del PSOE y alcalde en funciones ha bajado de doce a cinco concejales –un verdadero batacazo que no palía el hecho de que en lugar de veintiún concejales el consistorio baenense haya pasado a diecisiete. Necesitaría el apoyo de los tres ediles de IU, pero eso no está claro y menos aún que lo obtenga de los populares o de Luis Moreno -exalcalde socialista de Baena-, cuya formación, IPORBA, ha obtenido dos, dados sus fuertes enfrentamientos. Situación parecida que ofrece Montoro donde, como en Baena, otra candidatura, UDIM, encabezada por quien otrora fue un relevante socialista montoreño, puede ponerle las cosas difíciles a la alcaldesa en funciones. En ambos casos se dan luchas cainitas, enfrentamientos personales y se han producido actuaciones en campaña que llevan a enervar los ánimos. Cuentan, por ejemplo, las crónicas que, en Montoro, Sánchez Villaverde, antiguo regidor de la localidad, sacó al candidato de UDIM las tiras de pellejo, cual si fueran las capas de una cebolla, en el mitin de cierre de campaña. Es una notable metedura de pata de un político que, con muchas capas en su haber, debería saber lo necesarios que son los votos de otras formaciones en determinadas circunstancias.
Lo que nos han deparado, pues, las elecciones municipales, ha sido un panorama muy diverso y, desde luego queda mucha tela que cortar de aquí al 15 de junio.
(Publicada en ABC Córdoba el 1 de junio de 2019 en esta dirección)