El ministro alemán de Finanzas, Wolfang Schäuble ha dicho, a propósito de la fórmula del rescate a Chipre, que puede aplicarse en otros países -otros países son los del Sur de Europa- que se encuentren en situación de dificultad. Más recientemente, solventes economistas alemanes, ligados tanto a los socialdemócratas como a los democristianos, han puesto el punto de mira, convirtiéndolas en pieza importante del debate electoral, las posesiones inmobiliarias de los ricos del Sur. Han venido a decir, más impuestos en ese terreno, si sus países necesitan ser rescatados. En definitiva, apuntan decisiones sobre nuestros ahorros y sobre nuestras propiedades, sobre pilares de nuestra economía. Es inquietante que tales proposiciones acaben convirtiéndose en normas de obligado cumplimiento. Como llegará el fin de la austeridad porque conviene a su industria, que empieza a resentirse de que no le compremos españoles e italianos. Todo ello es tan inquietante como el hecho de que su deseo de dominar a Europa que por dos veces fracasó el pasado siglo, cuando lo intentaron por la vía militar, pueda buscar ahora nuevas fórmulas menos violentas y más eficaces.

¿Va a resultar profética la advertencia de la recientemente fallecida Margaret Tatcher sobre que la reunificación de Alemania era una amenaza para toda Europa?

(Publicada en ABC Córdoba el 1 de mayo de 2013 en esta dirección)

 

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