Las aguas están tan revueltas que en el poljé de la Nava -conocido popularmente en la zona como el «llano la Nava»-, se ha abierto un socavón. Tiene tales dimensiones que se traga todo el caudal que constituye, aunque al parecer mejor sería hablar en pretérito, el río Bailón que discurre en dirección a Zuheros para alimentar al Marbella e ir a parar a la cuenca del Guadajoz y recorrer toda la campiña hasta morir en el Guadalquivir, cerca ya de Córdoba. Ese socavón se llama pónor y lo que hasta ahora se sabe es que las aguas del Bailón se pierden por él, sin que, al menos por ahora, se tenga noticia de su destino. Afirman los geólogos que un pónor es algo habitual en los paisajes kársticos, como los de la Subbética cordobesa donde la caliza es elemento fundamental y las aguas subterráneas frecuentes. Aguas que afloran en las numerosas fuentes y manantiales que son inherentes al paisaje kárstico.

Algo de subterráneo también, según se va conociendo, tiene la operación que, a cuenta del agua que circula por las cañerías de los vecinos de Priego -uno de los más hermosos pueblos de la Subbética- realizó el anterior gobierno municipal, integrado por socialistas y comunistas. Vendieron a una empresa privada la gestión del agua a cambio de cuatro millones de euros y para devolverlos hay que tocarle el bolsillo a los vecinos. Las aguas andan también agitadas por allí, aunque verdaderamente revueltas no se han puesto hasta hace algunas semanas, es decir con un notable retraso -algo que suele ocurrir en determinadas circunstancias de cambio político- entre los vecinos de Priego, que es ahora cuando se han echado a la calle para protestar por una operación de hace un par de años y que, según se van conociendo detalles, abrir el grifo va a salirle por un pico, tanto al ayuntamiento como al vecindario. Los cuatro millones de euros recibidos por el gobierno que hizo la acuífera operación los empleó en hacer frente a obligaciones de pago ineludibles, lo fueron en calidad de préstamo a devolver a lo largo de un cuarto de siglo y su principal e intereses repercutirán en los recibos del agua.

El otoño en la Subbética ha revuelto las aguas. En unos casos es cosa de los servicios de emergencias, en otros de los geólogos y en otros… vaya usted a saber.

(Publicada en ABC Córdoba el 24 de noviembre de 2012 en esta dirección)

 

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