Tomemos uno de los ejemplos que ha salido a la luz pública cual es el caso de que se subvencione un proyecto presentado en 2008 al Departamento de Promoción y Asuntos Europeos por una peña barcelonista —me dan exactamente igual los colores de la peña en cuestión—, llamada Los Cañeteros por importe de 6.680 euros y que la institución provincial, a través del citado departamento subvencionó con 1.668 euros. Las primeras preguntas surgen de inmediato ¿Dónde están los asuntos europeos? ¿Qué clase de proyecto se promocionaba?
Las respuestas a tan elementales cuestiones la tenemos en la justificación de la actividad subvencionada y hay que echarle bemoles, todos los que ustedes quieran, al conocer la actividad que se subvencionaba. Porque es de suponer que el proyecto subvencionado guarda relación con las facturas que lo justifican. La mencionada peña barcelonista justifica su actividad de la siguiente guisa: 2.399 euros por importe de treinta y seis entradas para asistir a un partido del FC Barcelona. Otros 1.980 euros por importe de dieciocho habitaciones en un hotel. Por último, se presenta un tercer justificante, por importe de 1.900 euros, referido a un viaje en autobús.
Vistas las justificaciones, no hay que ser un Sherlock Holmes ni un Hércules Poirot ni un Pedro Capablanca para sacar una conclusión tan elemental como le espetaba el flemático inquilino del 84 de Baker Street a su colaborador el doctor Watson. A los miembros de la peña barcelonista Los Cañeteros les hemos subvencionado con 1.668 euros el desplazamiento, el hotel y la entrada para asistir a un partido de fútbol del equipo de sus amores.
¿Era esa la actividad que constaba en el proyecto subvencionado? ¿Qué clase de Promoción y Asuntos Europeos son estos?
Esto es un auténtico desafuero porque va en contra de toda razón y cualquier práctica de buen gobierno. Lo peor del caso está en que el desafuero de la peña barcelonista es sólo una muestra de los muchos cometidos en materia de subvenciones por la diputación cordobesa que presidió el señor Pulido. Se han subvencionado proyectos justificados con comidas o con viajes a Isla Mágica o sencillamente los subvencionados se niegan a justificar los gastos correspondientes a las actividades subvencionadas.
Por un elemental sentido de decencia los actuales responsables de la Diputación Provincial no pueden limitarse a denunciar estos desafueros, tiene que asegurase de que esto no volverá a suceder, al margen de que tomen las medidas que correspondan.
(Publicada en ABC Córdoba el 24 de Diciembre de 2011 en esta dirección)