Cuatro millones de euros diarios es la cantidad que Andalucía deja de percibir con el sistema de financiación autonómico acordado por Zapatero con Esquerra Republicana de Cataluña. Fue aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera cuando quienes gobernaban en la Generalidad no habían iniciado la deriva independentista ni habían dejado de asistir a las reuniones que ellos prefieren celebrar como encuentros bilaterales -como si se tratase de Estado a Estado- y que Pedro Sánchez les ha concedido. Aquel sistema lesivo para Andalucía se aprobó con los votos de los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE, entre ellas Andalucía, cuyo presidente era por entonces José Antonio Griñán que acababa de estrenarse en el cargo, sustituyendo al dimitido Manuel Chaves. En ese sistema de financiación autonómica se hablaba mucho de equidad, de cooperación, de convergencia, pero con el paso del tiempo se ha revelado que no apunta hacia la convergencia de las comunidades, ni era equitativo, ni estimulaba la cooperación. Las comunidades más ricas, como siempre, salían beneficiadas -por algo lo había acordado Esquerra Republicana de Cataluña, que por entonces difundían el mensaje de España nos roba- y las más pobres, perjudicadas.
Llama la atención que, a la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, entonces Consejera de Hacienda en Andalucía entre 2013 y 2018, le faltase tiempo para reclamar al gobierno de Mariano Rajoy la cantidad de 4.000 millones de euros por el perjuicio que Andalucía recibía con el sistema de financiación aprobado por sus correligionarios. Esa reclamación de la consejera Montero fue también aprobada por los Populares andaluces. Ahora que está de ministra del ramo y el agravio está en torno a los 11.000 millones no quiere oír hablar del asunto. La situación tiene mucho de esperpéntica y poco de novedosa. Recuerden la llamada deuda histórica que se reclamó durante años y que fue pagada, con Zapatero en la presidencia del gobierno de España, con… solares que pertenecían al ministerio de Defensa en lugares donde habían estado instalados cuarteles del ejército y que se sobrevaloraron en una tomadura de pelo, verdaderamente histórica, a los andaluces. Habrá reunión en pocos días de las dos comunidades autonómicas más perjudicadas -Andalucía y Valencia-con ese modelo de financiación. Mucho nos tememos que, más allá de voluntarismo de Moreno Bonilla y Ximo Puig, para exigir justicia para sus comunidades, conseguirán poco más. Pedro Sánchez tiene muy claro que necesita el apoyo de otros para mantenerse en el poder y los millones volverán a irse a quienes se quejan de que son robados por España, aunque después del escándalo de los Pujol, lo dicen en voz baja. También hacia el País Vasco porque, como siempre sucede, los del PNV ya tienen puesto el cazo.
(Publicada en ABC Córdoba el 11 de septiembre de 2021 en esta dirección)