Es tiempo de balances y propósitos. Ocurre cada vez que termina un año y otro comienza. Es fin de año y 2017 se muere, pero nos ha dejado muchas cosas. En Córdoba hemos asistido a la intensificación de los problemas de tráfico en el Centro, aprovechados por el gobierno municipal para poner trabas a la circulación de padres que llevan al colegio a sus hijos en coche en las zonas donde, curiosamente, se concentran centros concertados. Hemos asistido también a la polémica remodelación y apertura al tráfico de Capitulares. A la puesta en marcha del espectáculo audiovisual en el Alcázar de los Reyes Cristianos, después de un más que notable retraso y algunos dimes y diretes. También a lo que parece que será el desbloqueo del metrotrén, que conectará las zonas este y oeste de la ciudad.
Al enconamiento de la situación de la cementera Cosmos con posturas contradictorias entre la Junta de Andalucía y el cogobierno municipal. Hemos vivido lo que ha dado en denominarse como «batalla de los veladores» y al aumento del número de turistas que visitan la ciudad, pese a los problemas de horario y apertura de los museos e instalaciones dependientes del Ayuntamiento. Hemos sufrido un verano tórrido con temperaturas saharianas. A las dificultades para llevar a cabo el Plan de Grandes Ciudades en lo que a la ejecución de sus obras, como es el caso de la reforma de la antigua iglesia del convento Regina Coeli. Hemos asistido a los problemas para aprobar las ordenanzas fiscales para el próximo año y al enterramiento de determinadas subidas del IBI para ciertos inmuebles anunciados con bombo y platillo por la concejala de Hacienda al comienzo del mandato municipal. También a los problemas, propios de quien gobierna en minoría, para sacar adelante ciertas iniciativas municipales y a la cada vez más evidente falta de sintonía entre los miembros del cogobierno.
Hemos conocido la tristísima noticia de ser Córdoba y su provincia la que más paro tiene en toda España, desbancando a Cádiz. Una vez más se ha celebrado la Noche Blanca del flamenco y el Festival de la Guitarra. Hemos sabido de las faltas de ortografía de quien ha sido la principal responsable en materia educativa de la Junta de Andalucía. Se han vivido llamativos bandazos en lo referente a la instalación de aire acondicionado en los centros escolares de Córdoba, todo apunta a que volverá a sufrirse mucho calor en las aulas si la primavera viene calurosa.
Nos ha impresionado la escasa capacidad de ejecuciónpresupuestaria del gobierno municipal, tan baja que revela una incapacidad preocupante. Asistimos al malestar por la iluminación navideña que ha llevado a cabo el Ayuntamiento. Hemos vivido una sequía cuyas consecuencias pueden ser particularmente graves para la economía cordobesa. También a una tormenta con la propuesta de modificar determinados nombres del callejero de la ciudad. A la venta del Córdoba Club de Fútbol. A la entrada en prisión de Rafael Gómez. A los dimes y diretes del aniversario de Manolete. Hemos celebrado la conclusión de las obras de la Ciudad de la Justicia y el avance de las de la Biblioteca del Estado…
No sabemos que nos deparará el año que tenemos en puertas. En cualquier caso pidámosle salud, ya que no nos ha tocado la lotería, lluvia y una mayor agilidad para los trámites que he de poner en marcha el gobierno municipal y que este año ha brillado por su ausencia. Feliz año 2018 a quienes siguen esta columna.
(Publicada en ABC Córdoba el 30 de diciembre de 2017 en esta dirección)