A todo trapo es una expresión náutica que se utiliza también como sinónimo de rapidez, de velocidad a la hora de actuar o de tomar decisiones. El gobierno municipal, en funciones, parece haber largado velas, en estos días en los que está abocado a entregar el timón de Capitulares, y está aprovechando lo que, en términos baloncestísticos se denomina como minutos basura, al menos en aquellos partidos que, por el resultado que señala el marcador, están ya decididos.
Llama la atención el hecho de que tras cuatro años de atonía, estos días se tomen iniciativas a todo trapo. Llama la atención, después de la parálisis que les ha venido aquejando en muchos momentos. Principalmente en las áreas que dependían de Pedro García, como la Gerencia Municipal de Urbanismo donde obtener una simple licencia de obra menor -no hablemos ya de las de mayor entidad- suponía meses de trámite con los consiguientes perjuicios para los ciudadanos. Esa lentitud e ineficacia ha sido también la nota dominante en las obras ligadas al denominado Plan Turístico de Grandes Ciudades, en colaboración con Junta de Andalucía y que ha sido un monumental fiasco en lo que a ejecución se refiere, si tenemos en cuenta que arrancaba de la anterior corporación -nos referimos a la del cuatrienio 2011-2015- y que no ha sido capaz de ejecutar.
En estos días se están cambiando los rótulos de las calles a las que una interpretación, muy particular en algunos casos, de la Ley de Memoria Histórica, ha llevado a cambiar de nombre. Nos referimos a las calles Cruz Conde, Rey Heredia o Quesada Chacón, a la plaza de Cañero o a la avenida del Conde de Vallellano. Sin pérdida de tiempo, se están estos días rotulando una calle como Foro Romano, plaza de los Derechos Humanos o avenida del Flamenco. Hasta la demandada climatización de los colegios va a iniciar el Ayuntamiento de manera inmediata, tras una espera de varios años de inhibición de la Junta de Andalucía, que era la obligada dicha obra. Como es habitual, los socialistas demandan ahora a la Junta, cuando ya no la gestionan ellos
Algunos mal pensados señalan que esta velocidad de crucero que ha tomado la actividad municipal está relacionada con el hecho de que el edil García ha estado ausente de la vida municipal desde que la noche electoral Izquierda Unida cosechó los peores resultados municipales habidos desde las elecciones de 1979, al quedar reducida su presencia en el consistorio a sólo tres concejales. Pedro García ha estado en la Cuba de los Castro, aunque nominalmente no estén ya al frente del cotarro político de la isla. Esa ausencia, señalan los mal pensados, ha permitido que las cosas pendientes avancen a un ritmo verdaderamente desconocido en todo el mandato.
Con los nuevos y flamantes rótulos del callejero colocados veremos qué ocurre en los próximos meses. Si la plaza de los Derechos Humanos o la avenida del Flamenco tienen mucha vida. Quien va a ser el nuevo alcalde -todo apunta a que así será- ha señalado que devolverá los nombres antiguos en determinados casos, al considerar que la Ley de Memoria Histórica, en la que se sustenta el cambio de nombre, ha sido interpretada de forma inadecuada. Así que los rótulos que están siendo retirados estos días, por una simple cuestión de economía, deben guardarse, por si se reutilizaran dentro de pocas semanas.
(Publicada en ABC Córdoba el 13 de junio de 2019 en esta dirección)