Esa expresión le cuadra a Manfred Gauhofer, por lo a destiempo que se ha dado cuenta de con quién se está jugando los cuartos.

¡A buenas horas mangas verdes! Es la expresión popular que ha quedado acuñada para señalar que algo se hace a destiempo. La expresión parece ser que tiene su origen en la tardanza con que llegaban los cuadrilleros de la Santa Hermandad —tenían verdes las mangas de sus uniformes— al lugar donde los malhechores habían cometido algún latrocinio; aunque lo que sabemos es que esta policía rural organizada en el reinado de los Reyes Católicos era muy efectiva. Esa expresión le cuadra a Manfred Gauhofer, por lo a destiempo —dos años de retraso— que, como presidente del jurado para la elección de la Capitalidad Cultural Europea para el 2016, se ha dado cuenta de con quién se está jugando los cuartos. El tal Manfred se ha encontrado, en una visita girada con mucha discreción a la capital donostiarra, con que por allí las cosas de la capitalidad andan manga por hombro. Que la descoordinación entre administraciones es total. En realidad no existe y ni siquiera los bildutarras del ayuntamiento han establecido contactos con el Ministerio de Educación y Cultura del gobierno de España. La actitud de cerrazón de los munícipes es total y los presupuestos para la capitalidad no son ni la sombra de lo proyectado. Por otra parte, la politización es tal que, en un informe elaborado por el propio jurado que adjudicó a San Sebastián dicha capitalidad junto con la ciudad polaca de Wroclaw, se ha visto necesario recordar que se trata de un hecho cultural y no político.

¿Adonde han quedado las palabras «paz», «concordia», «convivencia», «participación» que fueron pronunciadas con la boca llena por el señor Gauhofer? ¿Adónde está aquel proyecto que se seleccionaba porque era, decían, fruto de un proceso de participación amplio, abierto y plural? ¿Qué valor tiene la perorata lanzada por el alcalde de san Sebastián hablando de convivencia cuando se ha conocido el procedimiento por el cual eligieron a la directora del programa de la Capitalidad Cultural Europea? Una directora que comunicaba a sus compañeros de trabajo su elección cuando estaba todavía abierta una convocatoria para seleccionar a la persona que había de ocupar el cargo.

¡A buenas horas se rasgan las vestiduras los miembros del jurado! ¡A buenas horas descubren la catadura de quienes hoy gobiernan la ciudad que ellos seleccionaron dejando en la cuneta a Burgos, Las Palmas, Segovia, Zaragoza y Córdoba!

No andaban descaminados quienes denunciaron las numerosas irregularidades detectadas en aquella designación. Llevaban razón cuando impugnaron un proceso en el que hubo personas, vinculadas a la candidatura de San Sebastián, que resultaron ser juez y parte en la elección. El gobierno de Zapatero, quien por cierto había prometido que Córdoba sería la capitalidad cultural, a través de la ministra González-Sinde, también apostó por aquella decisión en la que se tuvieron en cuenta elementos extraños a los que se señalaban en las bases para la elección de la capitalidad. Se ponderaron factores de clara índole política. Los mismos que ahora han llevado la capitalidad a un terreno que produce recelos y resquemores en el presidente de aquel jurado y le ha hecho elaborar un informe que algunos han calificado como demoledor. ¡A buenas horas Manfred Gauhofer!

(Publicada en ABC Córdoba el 28 de agosto de 2013 en esta dirección)

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