Lo que resultaría poco menos que increíble sería que alguno de los dos candidatos no oficiales llegara a las elecciones

Cuando esta columna vea la luz estará a punto de expirar la fecha marcada por Griñán para presentar los 6.860 avales necesarios que permiten concurrir a las primarias. He dicho Griñán, porque fue la ejecutiva regional que él preside y no el comité federal del PSOE quien las convocó, vulnerando reglamentos y cometiendo irregularidades. Así lo denunció uno de los aspirantes —el alcalde de Jun— ante un juzgado de Sevilla. Solicitaba la paralización del proceso por no haberse realizado la convocatoria de acuerdo con lo establecido en la normativa. El juez vio materia en la denuncia porque admitió las razones, pero no paralizó el proceso porque quedaba una vía de escape. Existía la posibilidad de que el órgano que debía haberlas convocado ratificase la convocatoria. Fue lo que ocurrió en el último comité federal del PSOE que dio el visto bueno a las primarias de Griñán, al tiempo que Rubalcaba se tragaba dos sapos. Uno con el que lo obsequiaba Griñán que había tomado la iniciativa por su cuenta. Otro le ha llegado desde Galicia donde, aunque sin darle validez oficial, ha tenido que tragar con las primarias organizadas por los socialistas gallegos contra su criterio y el de su ejecutiva. Dos sapos para salvar dos situaciones volcánicas. No tenía otra opción. Si no aprobaba las primarias andaluzas, en realidad ratificar lo que otros habían puesto en marcha con o sin su consentimiento —más bien lo segundo—, podía verse con un serio problema judicial y con el proceso paralizado. ¡Menudo escándalo! Si aprobaba la jugada de Griñán no le quedaba más remedio que asumir los planteamientos de sus correligionarios gallegos. No podía negarle a unos lo que le daba a otros y ha asumido unas primarias, denominadas consultivas, que se han convocado sin que haya siquiera reglamento ¡Menudo lío!

¿A cuento de que viene todo esto? Me refiero a la sorpresiva convocatoria de Griñán. Se ha especulado con los progresos en el sumario de la jueza Alaya, con cansancio de Griñán, con los problemas derivados de un gobierno de coalición con unos socios muy incómodos… Lo único que podemos asegurar es que la convocatoria ha sido inesperada y que la candidata de Griñán tiene todas las ventajas. Cuenta con la organización y con unos medios materiales y humanos que no tienen sus contrincantes. El resultado está tan cantado que las primarias son simplemente una operación de maquillaje. La sorpresa sería que el alcalde de Jun por la vía digital, donde dicen que se mueve como pez en el agua, o que Luis Planas llegaran a conseguir los avales necesarios para ser inmolados por el aparato del partido. Díaz controla tanto que hasta los críticos, que en otro tiempo tantos quebraderos de cabeza dieron a Griñán, hacen causa común con ella. Visto el curso de los acontecimientos, lo que resultaría poco menos que increíble sería que alguno de los dos candidatos no oficiales llegara a las elecciones. La sorpresa sería tan grande que a algunos les produciría espanto.

Estas primarias que tienen mucho de trágala para unos, pantomima para otros, incluso de aventura quijotesca para alguno, son en el fondo una operación a medida de quienes las han diseñado como un dedazo con apariencia de otra cosa.

(Publicada en ABC Córdoba el 17 de julio de 2013 en esta dirección)

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