A comienzos de este siglo, Aznar, el entonces presidente del gobierno, utilizó la frase «España va bien» para referirse a los buenos datos que ofrecía la economía española. Lo que Paco Robles ha denominado como el ’Mester de Progresía’ ponía en cuestión esa afirmación. Una cosa eran los datos macroeconómicos y otra muy distinta la economía cotidiana de las familias. A muchas les costaba a llegar a fin de mes, España tenía la tasa más elevada de paro de toda Europa y el futuro se presentaba negro ante el volumen del paro juvenil, que tenía porcentajes elevadísimos.

Estos días, Sánchez, a quien Alsina le preguntó sobre la causa de por qué nos mentía tanto, nos ha dicho que la economía española va como una moto. Es la que más crece de la Unión Europea, que no crece mucho y algún país está en recesión, y tenemos la cifra más baja de inflación, después de Luxemburgo. El ‘Mester de Progresía’ repite, como un mantra, que nuestra economía va como una moto. No entran en determinados parámetros como el endeudamiento de España -ha crecido considerablemente con Sánchez-, cuya deuda pública está por encima del billón quinientos mil millones de euros y supone el ciento trece por ciento de nuestro Producto Interior Bruto. Tampoco se refieren a que la economía española ha sido la última de Europa en alcanzar otra vez los niveles que tenía cuando estalló la pandemia. Pero lo más significativo es que la economía cotidiana ofrece datos que resultan más que preocupantes. España es el país de Europa, solo superado por Rumanía y Bulgaria, donde el riesgo de pobreza es más elevado. Seguimos teniendo la tasa de paro más alta de la Unión Europea, incluso más alta que Grecia, y el mayor paro juvenil que se registra en Europa.

Pese a que una de las frases favoritas de Sánchez, la decía en otro tiempo, era que no iba a dejar a nadie atrás, hoy las llamadas colas del hambre, que no paran de crecer, son atendidas por organizaciones humanitarias, como Cáritas y los bancos de alimentos. Son ellos quienes atienden a miles de personas, facilitándoles comida o ayuda para hacer frente a gastos elementales. Cada vez son más las familias que tienen dificultades para llegar a fin de mes. Los alquileres, que están disparatados, no dejan de subir, como sube el precio por el dinero que cobran los bancos, que apenas retribuyen el de sus clientes, encareciendo las hipotecas de forma grave. La cesta de la compra, que es elemento fundamental en las economías familiares, está por las nubes.

¿La economía española va como una moto? O sólo se airean aquellos datos de las variables, no todas, de la macroeconomía, que son los que Sánchez ofrece y nos está mintiendo una vez más. Habría que preguntarse por qué hemos perdido posiciones respecto a renta per cápita en el conjunto de la Unión Europea o por qué países como Eslovenia o Malta nos han adelantado y están a punto de hacerlo otros como Estonia o la República Checa, que hace algunos años estaban a considerable distancia.

(Publicada en ABC Córdoba el 7 de julio de 2023 en esta dirección)

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