La variedad de uva blanca conocida como Pedro Ximénez, que es la principal de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, tiene sus orígenes envueltos en leyendas que, a diferencia de los mitos, tienen un fondo de verdad que se adorna con elementos de ficción. Todas ellas han creado una aureola en torno a esta uva. En el siglo XVII se especuló con que provenía de alguno de los archipiélagos del océano Atlántico vinculados históricamente a Portugal o a España, bien de las Madeira, bien de las Canarias. Desde allí saltó a tierras de Alemania, algo que resulta poco verosímil. Sería desde tierras alemanas, situadas en las comarcas vinícolas que se extienden por las riberas del Rin, como llegaría a la campiña cordobesa en el siglo XVII por mano de un soldado de los tercios de infantería española, llamado Peter Siemens.
La castellanización de su nombre terminaría derivando en Pedro Ximénez. Otra versión, no menos legendaria, señala que a donde fueron llevados los sarmientos traídos de Alemania fue a algún lugar de la Sierra de Málaga desde donde, posteriormente, llegaría a nuestra campiña. Existe otra variante de la misma leyenda según la cual no fue un soldado de aquella infantería que dominó los campos de batalla de Europa durante cerca de siglo y medio, quien trajo los sarmientos de la uva, sino un cardenal que se llamaba Pedro Ximénez. Esta última versión contaba con la ventaja de no necesitar la españolización del nombre del portador de los sarmientos. En el siglo XVII hay una referencia al vino Pedro Ximénez de Málaga, debida a escritor rondeño Vicente Espinel, autor de una famosa novela picaresca: ’Vida del Escudero Marcos de Obregón’ y músico célebre que añadió una quinta cuerda a las cuatro que por entonces tenía la guitarra.
Esas leyendas sobre la procedencia alemana de la uva en cuestión fueron difundidas por los escritores de aquel país y, como quiera que nosotros damos mucho crédito a todo lo que viene de fuera y los alemanes tienen fama de rigurosidad, se dieron como buenas. Hoy se sostiene que eso no fue así. Se piensa que la Pedro Ximénez tuvo su origen en la propia Andalucía y deriva de una uva de mesa llamada Gibi, traída a Al-Ándalus por los árabes.
El vino Pedro Ximénez (PX) se elabora, secando uvas de esta variedad en las paseras y es envejecido en solera. Se trata de un vino de postre, de gran densidad y de gran calidad. Tiene el sabor dulce que le dan las pasas y es de color oscuro. Como nos ha ocurrido con tantas otras cosas de nuestra tierra no hemos sabido venderlo y conseguir que ocupe el lugar que merece entre los vinos españoles. Por eso es una magnífica noticia saber que, en Montemayor, donde se afirma que se encuentran las paseras más grandes de Europa, se celebra entre los días 9 y el 11 de septiembre una feria dedicada al Pedro Ximénez con el objetivo de ponerlo en valor «como una de las principales señas de identidad de los vinos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles» y una de nuestras joyas vinícolas.
(Publicada en ABC Córdoba el viernes 9 de septiembre de 2022 en esta dirección)