Lo ocurrido en Murcia con la fracasada moción de censura que orquestaron el PSOE y Ciudadanos ha tenido algo de lo que se denomina como efecto mariposa. Desencadenó una crisis -algunos señalan que tiene carácter terminal- en Ciudadanos quien desde entonces ha visto como un número importante de sus cargos públicos de relevancia han abandonado el partido. Pero donde el “efecto mariposa” tuvo mayores repercusiones fue en Madrid, como consecuencia del movimiento realizado por la presidenta de aquella comunidad, Isabel Díaz Ayuso, convocando anticipadamente elecciones, al temer no sin fundamento que lo de Murcia, que al final acabó en un fiasco, se reprodujera en Madrid. Ese adelanto electoral sorprendió a la oposición porque Díaz Ayuso se disparaba en la intención de voto de los madrileños. Los sondeos señalan que los treinta diputados que obtuvo en las pasadas elecciones pueden duplicarse. El PSOE que, desde muy pronto, había buscado laminarla haciéndola objeto de toda clase de ataques, incluidas las burlas y el desprestigio personales -de eso saben mucho en Ferraz desde los tiempos de Alfonso Guerra en que se daban instrucciones a las terminales socialistas en determinado sentido, que sus militantes repetían como un mantra-, no logró su objetivo. Convertida en el muñeco de los tortazos, Díaz Ayuso hizo frente a propuestas como las defendidas por el gobierno de subir los impuestos a los madrileños porque se lo pedían los independentistas catalanes, sus socios de investidura, al comprobar que en los últimos años la inversión extranjera en Madrid concentraba los más altos porcentajes. Algo a lo que no están acostumbrados en Barcelona.
Las consecuencias de ese adelanto electoral no se hicieron esperar. Todos los partidos tuvieron que buscar candidatos a toda prisa. El PSOE no encontró nada más a mano que repetir como cabeza de cartel a Gabilondo. Ciudadanos se desprendió de su portavoz en el Congreso de los Diputados Edmundo Bal y Pablo Iglesias abandonó la vicepresidencia para liderar a la izquierda -ese liderazgo es otro fiasco- contra Díaz Ayuso.
Ahora hay nervios en el PSOE de Andalucía. Son Muchos quienes temen que, si las elecciones del 4 de mayo en Madrid encumbran a Díaz Ayuso, Moreno Bonilla repita la jugada en Andalucía. Las encuestas lo sitúan por delante del PSOE en intención de voto -quien lo iba a decir hace sólo dos o tres años- y los socialistas andan a la gresca con los susanistas y los sanchistas enfrentados por hacerse con el control del partido. Hay quien ya pide, como el PSOE jiennense, iniciar primarias, cosa que rechazan desde Málaga, para elegir cabeza de cartel. Hay nervios porque pueden pillarles con el paso cambiado.
(Publicada en ABC Córdoba el 17 de abril de 2021 en esta dirección)