El estrés, según el diccionario de la Lengua Española, es en su segunda acepción el conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta física ante determinados estímulos repetidos, como por ejemplo el frío el miedo, la alegría, etc. Estos días se habla mucho de un nuevo tipo de estrés, al menos nuevo en los medios de comunicación. Lo llaman estrés térmico porque la causa que lo provoca es el calor. Es, como decimos, una novedad…en lo que a la expresión se refiere. El calor que es habitual en estas tierras, que algunos llaman de María Santísima, nunca se había dicho que provocara estrés o, al menos no lo habían difundido los medios de comunicación, como ha ocurrido en estos días.  El calor de la canícula, que por encima de los cuarenta grados es denominado  como “las calores”, ha sido habitual en el valle del Guadalquivir -también en el del Ebro, en Extremadura y en el corazón de la Meseta- y hemos sido los andaluces, los aragoneses los extremeños o los toledanos quienes lo hemos soportado históricamente, nunca se dijo que produjera estrés.

Pero he aquí que en fechas recientes la canícula se ha asentado, por unos días, en tierras del norte y del noroeste peninsular, sobre todo en el País Vasco y Cataluña. Ha sido entonces cuando los medios de comunicación se han hecho eco de una nueva forma de estrés, el referido estrés térmico. Nunca con anterioridad se había se había prestado mucha atención a los efectos laborales que generaba. En Andalucía, cuando el calor hacía difícil trabajar, lo que algunos de los que ahora padecen estrés térmico afirmaban que era vagancia y que sencillamente no estaban dispuestos a trabajar. A lo sumo se hablaba de “golpes de calor” y la conveniencia de refrescarse

Ha bastado que haya afectado a gentes de esas latitudes para que las radios, las televisiones y los periódicos se hayan apresurado a señalar que esas temperaturas provocan estrés térmico y afectan a los trabajadores. Ahora resulta que un exceso de calor tiene graves consecuencias al rendimiento laboral. Lo dicen hasta en los telediarios que son la biblia de los que no leen. Pero lo han dicho cuando andar por encima de los cuarenta grados ha ocurrido en Lérida, en Bilbao o en Tarragona.

Esos calores, habituales en Andalucía, no fueron nunca noticia de carácter laboral. De un día para otro se ha descubierto que un exceso de calor da lugar a un estado de cansancio, porque las elevadas temperaturas producen alteraciones en el organismo. El tópico de la vagancia y la pereza de los andaluces, alentado por algunos de sus políticos, está especialmente extendido  por Cataluña. Allí son muchos los indocumentados que están convencidos de que aquí no se trabaja.  Los vagos andaluces –Pujol, el poco honorable expresidente de la autonomía catalana, dejó constancia de ello en un libro abominable- no han tenido estrés térmico cuando durante siglos han segado el trigo de las campiñas de Córdoba y Sevilla, con la hoz en la mano, a temperaturas  por encima de las que ahora resulta que provocan estrés térmico e imposibilitan las tareas diarias de los trabajadores…en Cataluña y el País Vasco.

No extraña que por estos lares haya un más que notable pitorreo y mucha guasa a cuenta del aparecido estrés térmico. No hay más que asomarse a las redes sociales para comprobarlo.

(Publicada en ABC Córdoba el 3 de julio de 2019 en esta dirección)

One Response to Estrés térmico | JoséCalvoPoyato
  1. Esta época que nos a tocado vivir es dura al calor, antes se le llamaba verano, ahora estrés térmico, antes no podías estudiar y tenías filtros selectivos alo 10 años para pasar al bachiller, a los 14 revalida de cuarto, a los 16 revalida de sexto y a los 17, 18 selectividad, ahora todos pueden estudiar carrera, se les facilita al máximo, Valgañón no, mientras nadie va a FP, y cuando llegan al mercado laboral dicen que es más duro que nunca, no señor han tenido muchos años para disfrutar de la vida académica y ahora, les toca la selectividad, las revalidas y el preparatorio, el mercado no se atiene a los intereses y deseos de los padres, estamos haciendo más licenciados de los que necesitamos, y los regalamos, mientras hemos dejado la FP para quien quiera trabajar y ganar dinero (no Gáldar de carrera). Y le llamamos estres térmico


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