También se han pronunciado vaticinios en torno al papado y el fin del mundo. Según una de las que han tenido mayor predicamento, el Apocalipsis está a punto de llegar. El próximo papa, tomará como nombre pontificio, según la mencionada profecía, el de Pedro y con él llegará el final de los tiempos, que vendrá precedido de grandes tribulaciones. La profecía a las que nos referimos es la que se atribuye a San Malaquías, un obispo irlandés que rigió la diócesis de Armahg y que vivió entre los años 1094 y 1148. Las supuestas profecías del santo irlandés son en realidad dos textos que fueron publicados mucho después de su muerte. El primero de ellos, que es el que nos interesa, se titula «Lignum vitae…», vio la luz en 1595 y contiene una biografía de los benedictinos -orden a la que pertenecía su editor- que alcanzaron la dignidad episcopal; también unos lemas que se suponen alegóricos a los ciento doce papas que gobernarían la iglesia romana a partir de Celestino II (1143-1144). El último de esos lemas corresponde a Pretus Romanus.

Es de reseñar que los lemas referidos a los papas anteriores a 1595 resultan muy precisos y encajan muy bien con sus correspondientes pontificados. A partir de 1595 se vuelven mucho más ambiguos y, en no pocas ocasiones, su encaje se logra forzando su interpretación. Se echa mano al escudo papal, a alguna encíclica o a un hecho notable acaecido en su pontificado. Hay mucho donde elegir.

Estos días, en que el mundo mira hacia el Vaticano a la espera de que resulte elegido el sucesor de Benedicto XVI, correrán ríos de tinta acerca de los papables y de las profecías. Ya se especula con alguno de ellos al haber recibido en la pila bautismal el nombre de Pedro, aunque no se trata de su nombre pontifical. San Malaquías y sus supuestas profecías aparecerán como una amenaza de lo cerca que está el Apocalipsis.

(Publicada en ABC Córdoba el 9 de marzo de 2013 en esta dirección)

 

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