Tengo entendido que la escandalera fue monumental. En los días siguientes hubo quien trató de sacarle punta a la broma. Ignoro si porque los cuernos encajaban en alguno de los presentes o porque aquello era una ofensa inadmisible. En cualquier caso el saco de los cuernos quedó registrado en los anales carnavalescos de la ciudad.

Saco esta anécdota a colación ante lo que está ocurriendo en Córdoba y otros lugares con los dichosos petardos. La palabra petardo, si tienen la curiosidad de consultar el diccionario de la Real Academia, tiene numerosas acepciones. Además de ser un tubo de materia liviana relleno de pólvora u otro explosivo que, al darle fuego o simplemente al lanzarlo, produce una detonación considerable, igualmente se utiliza para referirse a las cosas de mala calidad. Puede significar estafa, engaño… petardear es pedir algo con intención de no devolverlo. Así mismo, se emplea petardo para designar a persona fastidiosa o que no cumple con su cometido. Ante tan amplia gama que cada cual la emplee con el significado que mejor cuadre. Serían petardos quienes tiran los idem, aquí entrarían todos aquellos, grandes y pequeños, que están fastidiando al prójimo con su petardo proceder. Hay quien lo es porque no cumple con su cometido; léase el papá y la mamá que, sabedores de la actitud de su vástago, se limitan a hacer la vista gorda cuando no a reírle la gracia; léase también a los agentes de la autoridad que deben velar por el cumplimiento de las normas -está prohibido por ley vender petardos a menores de cierta edad- y no lo hacen. Son petardos quienes los venden sin tener licencia para ello, buscando simplemente lucrarse -como el sujeto que vendió no sé cuantas entradas de más y puso a reventar, hasta que reventó, el Madrid Arena-, sin pensar en las consecuencias que pueden derivarse de su actuación. Petardas, en fin, son las autoridades que no han dado las instrucciones pertinentes para que se actúe con la debida energía con quienes incumplen la ley.

Hay, pues, numerosos petardos y, en consecuencia, donde escoger, como ocurría con los cuernos del carnavalesco personaje. La que está alborotada con tanto petardo es mucha gente en Córdoba y también en otros sitios. ¿Habrá que esperar a que ocurra una desgracia para que, quienes actúan como petardos, se tomen en serio la escandalera, las molestias y sobresaltos causados continuamente con tanto petardo?

(Publicada en ABC Córdoba el 02 de enero de 2013 en esta dirección)

 

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