Hace años a un pastor que ejercía su actividad en alguna zona de la Alpujarra granadina -según una de las versiones que se cuentan en el lugar, abusaba de una supuesta ignorancia para cometer ciertos desmanes medioambientales-, le endosaron una multa de varios miles de euros por recolectar algunas plantas de manzanilla, especie protegida en la zona, con el propósito de secarlas y utilizarlas como infusión. Eso era algo que los lugareños y, por lo general, en el mundo rural se había venido haciendo siempre. Los medios de comunicación recogieron la noticia y se produjo cierto revuelo mediático. Hubo críticas a lo ocurrido, principalmente a las circunstancias de la denuncia en la que algunos veían un exceso de celo y la multa a la que fue condenado que parecía desproporcionada. Es una consecuencia derivada de que alguien a quien se ha investido de cierta autoridad -el refranero suele señalar que para conocer a fulanillo basta con darle un carguillo- desarrolla su trabajo con extrema rigidez. Es algo que suele ocurrir con quienes tienen encomendada la defensa, como debe ser, del medio ambiente; a veces tienen anteojeras que no le permiten ver más allá de su nariz. Eso hace que nos encontremos sobre todo en lo que se refiere a los parques naturales, configurados en el caso de Andalucía a costa de los propietarios, con situaciones llamativas que, en ocasiones, son verdaderamente rocambolescas. Tal es el caso de un coleóptero, denominado Cerambyx cerdo, sumamente escaso en la Europa central por lo que se ha dictado una severa normativa para su protección. Sin embargo, dicho coleóptero tiene su hábitat en zonas mediterráneas, en el caso de España es abundante en áreas de Andalucía y Extremadura. Ocurre que el Cerambyx cerdo es un auténtico xilófago que ataca a los bosques de encinas y alcornoques, principalmente a los más añosos. Es algo que está ocurriendo en el parque natural de la Subbética cordobesa. Dicho coleóptero cuenta con poderosas mandíbulas que le permiten traspasar la corteza de estos árboles centenarios y excavar profundas galerías en su tronco y ramas hasta provocar su muerte.

La escasez del Cerambyx cerdo en otras zonas del continente hace que no se pueda combatir, dado que se trata de un  raro ejemplar en otras zonas de Europa, pese a los daños que provoca en la flora, también protegida. Desde hace tiempo este xilófago está catalogado como especie a proteger en el Anexo de especies animales y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas especiales de protección. Desde hace tiempo este xilófago está catalogado como especie a proteger en el Anexo de especies animales y vegetales de interés comunitario. También está incluido en el catálogo de especies protegidas de la Junta de Andalucía y para su conservación se designan zonas especiales de protección. Una de ellas es el parque natural de las Sierras Subbéticas y ello supone que los propietarios no están autorizados a utilizar productos fitosanitarios que hagan frente al insecto cuyos efectos están siendo demoledores sobre los alcornoques y las encinas centenarias de la zona a las que ataca sin piedad.

Situaciones como esta que se vienen dando en el parque desde hace tiempo se han convertido en una preocupación creciente para los agricultores y ganaderos que incluso tienen serios problemas en la actividad de sus explotaciones agropecuarias dentro de los límites del parque, convertido en ocasiones, por la propia normativa, en una especie de condena.

(Publicada en ABC Córdoba el 14 de junio de 2017 en esta dirección)

Deje un comentario