Menudo morlaco tiene que lidiar este año de 2017 el gobierno municipal de Córdoba. Le ha llegado de rebote. Ganemos Córdoba, los podemitas cordobeses que torean desde el tendido porque en su momento, cuando les tocaba hacerlo, decidieron no bajar al ruedo y cuando desearon participar en la lidia, quien hace las veces de directora, no se lo ha permitido, presentó hace un año una moción envenenada. Ganemos llevó al pleno municipal una propuesta en virtud de la cual se acordó, con el voto en contra del Partido Popular, Ciudadanos y Unión Cordobesa, retirar el apoyo económico a los espectáculos en los que se produjera cualquier tipo de maltrato animal. Dicha moción salió adelante al contar esta propuesta con el apoyo de los grupos municipales del bipartito en el gobierno.
La moción llevaba veneno porque, sin decirlo, apuntaba directamente a los toros al quedar suprimida la partida de 36.000 euros para pagar entradas a festejos -fundamentalmente la corrida de toros que se celebra para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer- que había en los presupuestos de la anterior corporación. Tanto era el veneno de la andanada podemita que cuando fue presentada en la Diputación Provincial, los socialistas votaron en contra y no salió adelante y se vivió el esperpento de que alguno que votó «sí» en Capitulares votó «no» en el Palacio de la Merced. El cambio de postura era consecuencia del revuelo que el acuerdo municipal había levantado en una ciudad de larga tradición taurina como Córdoba, cuna de una forma de ejercer el toreo y en la que han nacido algunos de los diestros de referencia en el arte de la tauromaquia.
El morlaco en cuestión deriva de que este año hace cien años del nacimiento de uno de los grandes maestros -para algunos el más grande- que Córdoba ha dado el mundo del toro: Manuel Rodríguez «Manolete». Un mito de la tauromaquia que dio nombre a la manoletina y que a su trayectoria como matador de toros que lo hicieron en vida un torero legendario, su muerte en la arena de Linares puso a su vida un colofón que desbordó los límites del mundo del toreo. El centenario del nacimiento de Manolete no puede pasar desapercibido en la ciudad que lo vio nacer y ello lleva a que el gobierno municipal -sobre todo los socialistas, que en asuntos como estos suelen nadar y guardar la ropa como se vio en la prohibición de las corridas de toros en Cataluña- se encuentre ante una situación incómoda. Manuel Rodríguez tiene un sitio en la historia como… matador de toros. ¿Cómo va a promover el bipartito municipal actuaciones para homenajearlo después de aprobar la moción podemita…?
El Ayuntamiento de Córdoba ha consignado para la celebración de este centenario una partida presupuestaria de sesenta mil euros y ha impulsado una comisión para desarrollar un programa de actividades que recuerde al maestro de la tauromaquia… sin corridas de toros. ¡Todo un detalle con el que se quiere compatibilizar un acuerdo municipal que en una ciudad como Córdoba estaba de más!
La lidia del morlaco recae principalmente sobre los socialistas al ofrecer los comunistas un perfil antitaurino, pese a que hace poco, con ellos en el gobierno, proclamaban a Manuel Benítez «El Cordobés», V Califa del Toreo, acompañando a Lagartijo, Guerrita, Machaquito y el propio Manolete. Gobernar en minoría tiene muchos inconvenientes y a veces supone afrontar situaciones que son verdaderas patatas calientes.
(Publicada en ABC Córdoba el 18 de enero de 2017 en esta dirección)