Buscar coartadas, en el sentido de pretextos, se ha convertido en uno de los mejores argumentos que emplea la Junta de Andalucía para desdecirse de sus promesas. Lo hizo Elena Cortés, cuando el gobierno de coalición entre socialistas y comunistas, allá por el año 2012. Justificaba los retrasos, en su condición de consejera de Fomento y Vivienda, en la construcción del tramo Lucena-Puente Genil- Estepa de la llamada Autovía del Olivar, retrasos que por entonces estaban en torno a una década, por la necesidad de crear sociedades mixtas para acometer las obras que habían llegado a sacarse a licitación entre las empresas que habían concurrido a ella. La coartada para no iniciar las obras era la extraordinaria complejidad técnico-financiera que presentaba un posible contrato de ejecución de obra en esa nueva modalidad. La complejidad es tal que a finales de 2016 no se ha movido un solo metro cúbico de tierra.

En Córdoba se está viviendo una nueva coartada. Ha habido muchas otras, pero detengámonos en que tenemos estos días presente. Nos referimos a la que pone en relación las obras de lo que iba a ser un nuevo hospital Materno-Infantil, dentro del complejo hospitalario Reina Sofía, con las obras del aparcamiento de dicho complejo. Hace una década, era el 2006, se presentaba a bombo y platillo lo que de forma rimbombante se denominaba Plan de Modernización del Hospital Reina Sofía. Dicho plan estaba valorado en ciento diez millones de euros. Sus previsiones eran actuar sobre 18.000 metros cuadrados del edificio existente y ampliarlos en 50.000 más. ¡Todo un regalo para los cordobeses! Sin embargo, muy poco de lo entonces prometido se ha llevado a cabo en estos diez años. Las actuaciones durante la década han sido las continuas modificaciones del proyecto inicial de las obras que iban a acometerse.

El Plan de Modernización se ha ido reduciendo de forma progresiva, dadas las dificultades presupuestarias. Si las previsiones del 2006 señalaban la creación de más de doscientas habitaciones individuales, más de medio centenar para los neonatos al que se sumaban ocho plazas de lo que se denominaba hotel para las madres de los recién nacidos, en este momento las declaraciones de los actuales responsables de la Consejería de Salud de la Junta hablan de sesenta y seis dependencias en consultas externas. Ha desaparecido toda referencia a la ampliación de habitaciones y, por supuesto, al Materno Infantil. Para más escarnio la tramitación de obra de esas sesenta y seis dependencias se encuentra paralizada.

La coartada en este caso suena a auténtica tomadura de pelo. Se ha buscado a cuenta de las controvertidas obras de modernización de los aparcamientos del Reina Sofía. Es decir, que la modesta reforma hospitalaria en que ha quedado el grandioso Plan del 2006 queda a expensas de dichas obras en el aparcamiento. Se ha paralizado el proceso y será la adjudicataria de la reforma y concesión de explotación de los aparcamientos la que se haga cargo de la obra de las sesenta y seis dependencias. Como quiera que la adjudicación a una empresa privada de unos aparcamientos que son públicos -¡menuda la demagogia de algunos a cuenta de las privatizaciones!- está también paralizada -se ha creado una mesa de negociación, típico procedimiento cordobés para enredar o retrasar cualquier iniciativa o proyecto-, le ejecución de las obras hospitalarias queda ad calendas graecas.

Hay que tener arte para buscar coartadas y eludir las promesas. La Junta de Andalucía lo practica con verdadera maestría.

(Publicada en ABC Córdoba el 3 de diciembre de 2016 en esta dirección)

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