Más allá de eso que llaman postureo y que Pedro Sánchez está practicando estos días, como fórmula de supervivencia política en un entorno que se le vuelve cada vez más hostil entre las filas de su propio partido, hemos entrado en un compás de espera en lo que se refiere a una posible formación de gobierno.
Ahora el horizonte está puesto en las elecciones que el próximo día 25 se celebrarán en Galicia y en el País Vasco. Quienes tienen en sus manos desatascar el impasse político en que nos encontramos esperan a conocer lo que las urnas pueden dictaminar. El Centro de Investigaciones Sociológicas ha hecho pública una de las encuestas que realiza periódicamente y lo que señala puede tener importantes consecuencias de cara a otro posible debate de investidura. Con toda la cautela con que han de tomarse los datos de una encuesta en España, dado que la experiencia señala que los encuestados faltan a la verdad con la misma intensidad con que critican a los políticos cuando lo hacen -al fin y al cabo los políticos son el reflejo de la sociedad de la que forman parte-, puede ocurrir que en Galicia el PP vuelva a ganar con mayoría absoluta, mientras que el PSOE y En Marea se disputen la segunda plaza a mucha distancia. Pocas modificaciones respecto al parlamento actual: una pérdida de un par de escaños para PSOE, una reagrupación de la izquierda radical y la caída del BNG. Ese resultado y esas variantes tienen poca influencia en una posible votación de investidura. Sin embargo, lo que esa misma encuesta -coincide con otra publicada por la radio y televisión vasca- señala para el País Vasco si puede tener repercusiones. Volvería a ganar el PNV, pero al no obtener mayoría absoluta -según ambas encuestas se encuentra muy alejado de ella- necesitará un acuerdo con otra fuerza para formar gobierno o para tener apoyos parlamentarios suficientes. Señalan una importante caída de Bildu que perdería cinco escaños, casi la cuarta parte de los que tiene en este momento. También apunta a que Podemos se convertiría en la tercera fuerza política, por delante de socialistas y populares. Los populares se quedarían con ocho escaños, ahora tienen diez, los mismos que los socialistas, sólo que estos quedarían reducidos a la mitad de los dieciséis que tienen en la actualidad.
Con esos resultados, partiendo de la base de que el PNV no pactaría ni con Bildu ni con Podemos, ni populares ni socialistas le darían la mayoría en el parlamento. Pero un acuerdo con el PP podría llevar al PNV a apoyar a Rajoy, al que ya sólo le faltaría un escaño para ser investido, siempre que Ciudadanos mantenga su apoyo. Si el acuerdo es con los socialistas, Rajoy lo tendría mucho más complicado, salvo que los populares se abstuvieran a cambio de la abstención del PNV en Madrid.
Sin embargo, hay otra cuestión de mucho calado. Los socialistas en Galicia tendrían un mal resultado, siempre según la encuesta. Pero lo del País Vasco sería un batacazo. Uno más a sumar por Pedro Sánchez. ¿Cómo reaccionarían en las filas de PSOE? ¿Qué dirían o harían algunos barones que ven descomponerse al que fuera partido de gobierno en muchas legislaturas? ¿Cómo repercutiría en la contumaz negativa de Sánchez a investir a Rajoy? Compás de espera hasta la noche del próximo 25 de septiembre.
(Publicada en ABC Córdoba el 14 de septiembre de 2016 en esta dirección)