Nieto, el alcalde que limosneaba una prórroga hasta diciembre dejando entrever muy poco fuste y unas entretelas demasiado desgastadas, tenía una posibilidad de mantener la vara de regidor, pero parece haberse esfumado definitivamente en las últimas horas. No me refiero a que el tripartito, que tan malas experiencias ha dejado por otras latitudes, no cerrara los acuerdos que llevarán a Isabel Ambrosio a la alcaldía cordobesa, sino a que Susana Díaz hiciera efectivas las declaraciones de centralidad política para el socialismo hispano, que Sánchez parece dispuesto a echar por la borda desdiciéndose incluso de sus propias afirmaciones de que no pactaría con Podemos.
La propuesta de Moreno Bonilla de abstenerse en la próxima votación de investidura de la presidencia de Junta, que permitiría a Díaz convertirse en presidenta, no ha sido aceptada. La inquilina en funciones ¡desde el mes de enero! del Palacio de San Telmo no parece dispuesta a respetar la lista más votada en los ayuntamientos, que era la exigencia del presidente de los populares andaluces. Tiene su lógica. Eso supondría dejar en manos del PP ciudades como Sevilla, Cádiz y Córdoba, amén de las que parece ser tendrán alcalde popular -nos referimos a las capitales de provincia andaluzas- que serán todas las demás menos Huelva. Todo apunta a que Díaz, que trataba de marcar distancias con Sánchez también en lo que a pactos de gobierno se refiere, no se ha atrevido y se ha plegado a las tesis de Ferraz: conseguir la mayor cantidad de poder institucional y enmascarar el varapalo que los socialistas han vuelto a sufrir tanto en las elecciones autonómicas como municipales.
El tiempo dirá si Susana Díaz, que se encuentra en una verdadera encrucijada de su vida política, acierta o no. Puede resultar muy caro para sus propósitos que Ambrosio sea alcaldesa en Córdoba y Espadas en Sevilla, en ambos casos con el apoyo de candidaturas populistas, ligadas a planteamientos de la izquierda radical. También… que Kichi sea el regidor de Cádiz. Logrará la investidura sin la abstención de los populares -Ciudadanos y su líder en Andalucía están que se pirran por darle el visto bueno y van a hacerlo de inmediato-, pero también lo es que la inestabilidad de su gobierno será una realidad y no una entelequia, como la que se sacó de la manga a principios de año y la tienen desde entonces en ayunas. Veremos si acostarse con Podemos le puede costar la vida al PSOE, como ha dicho Joaquín Leguina, y que esta estrategia de pactos cortoplacista sea la antesala de un suicidio o por el contrario terminará dándole resultado. En cualquier caso, todo parece indicar que el pescado está ya vendido en Córdoba y que Nieto será, al menos hasta diciembre, el líder de la oposición municipal. La pérdida de cinco concejales ha sido un castigo muy duro, pese a ello ha sido la lista más votada y la decisión de Díaz es la que, en última instancia, manda al PP cordobés a la oposición que, como decía un hombre de la experiencia de Giulio Andreotti, achicharra mucho más que el gobierno. Pero veremos si Nieto, en el caso de que no salga corriendo para Madrid, no termina frotándose las manos con lo que pueda suceder en Capitulares en este mandato. Cuatro años con sólo siete concejales de un total de veintinueve pueden resultar más largos de lo que muchos imaginan.
(Publicada en ABC Córdoba el 10 de junio de 2015 en esta dirección)