Argumentar como una de las razones el cobro de un plus por asistir al trabajo produce algo más que sonrojo.

La huelga es un derecho inalienable de los trabajadores. Así está recogido en nuestra Constitución. Pese a la importancia de ese derecho, en España no se ha elaborado, después de casi cuatro décadas de tener aprobado el texto constitucional de 1978, una ley de huelga que evitaría muchos de los problemas que surgen con las convocatorias de huelgas, que no son sino una manifestación de desacuerdo entre trabajadores y empresa que se vuelve particularmente conflictiva.

Los trabajadores de Sadeco, la empresa municipal encargada de la limpieza viaria y de la recogida y tratamiento de las basuras, están en conflicto con la empresa y anuncian una huelga indefinida que comenzaría en los días anteriores a la Semana Santa. Las razones de los convocantes, que no llegan a la tercera parte de la plantilla, resultan algo más que peregrinas, por no decir otra cosa, ante alguno de los argumentos esgrimidos para ir a la huelga en unas fechas, como son las vísperas de la Semana Santa, lo que le da una repercusión extraordinaria. Esgrimir como razones, aunque el comité de empresa lo niegue porque lo mínimo que producen es sonrojo, que la prenda del trabajo nocturno no abriga lo suficiente es de cuchufleta. Todo parece indicar que la falta de abrigo está relacionada con que no se ha contado con el comité de empresa para la valoración de dichas prendas, cosa que debería haberse hecho porque está recogida en el convenio. Otro argumento para promover está relacionado con el mantenimiento del plus que cobran los trabajadores por asistencia al trabajo. Los huelguistas plantean el cobro de dicho plus cuando el trabajador está de baja. Más allá de que la propia existencia de un plus por asistir al trabajo, que es una obligación para el trabajador por el simple hecho de cobrar su salario, es algo que no merece el menor comentario. Pero argumentarlo como una de las «razones» para convocar una huelga produce algo más que sonrojo. Sobre la cuestión que los sindicatos convocantes señalan como nuclear del conflicto, que es la congelación, desde 2012, del plus de antigüedad, no les asiste la justicia. El asunto ya fue recurrido por CC.OO. ante los tribunales y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía señaló que el ayuntamiento de Córdoba no está obligado a ello. El otro argumento de calado, según los sindicatos convocantes, se encuentra en que la bolsa de trabajo de Sadeco se abre a todos los desempleados de la ciudad y no queda restringida a los grupos que han controlado laboralmente la empresa, ligados a Izquierda Unida. Pero que una cuchufleta.

¿Son razones para una huelga en un servicio como el que presta Sadeco?

Habrá quien piense que sí. En su derecho está. Pero producen tal asombro que no extraña que el comité de empresa señale que la falta de abrigo de las prendas nocturnas y cobrar un plus de asistencia cuando no se asiste al trabajo, no son los argumentos que motivan la huelga. Pero no pueden negar, los documentos están ahí, que han sido esgrimidos ante la empresa y eso da es esta huelga un tufillo político que Córdoba no se merece y menos aún en las fechas para las que se anuncia su convocatoria.

(Publicada en ABC Córdoba el 25 de febrero de 2015 en esta dirección)

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