2014 ha sido el mejor año del cine español, pese a que el precio de las entradas tiene un incremento del 21 por ciento del IVA.
«RESISTIRÉ» fue uno de los grandes éxitos del Dúo Dinámico en los años sesenta. Esa canción se convirtió en una de las referencias en la última gala de los Goya. Una veintena de actores y actrices cantando en el escenario la canción que popularizaron Ramón Arcusa y Manuel de la Calva y que, entre otras cosas, ha mantenido su vigencia hasta nuestros días porque señala el fuerte deseo de una persona de resistir frente a la adversidad. La imagen de los mencionados actores y actrices, todos ellos vestidos para la ocasión —con traje de etiqueta y pajarita ellos, con modelos de los que hay que tener muchos miles de euros para poder lucirlos ellas—, manifestando su voluntad de resistir ante la adversidad, me pareció cuando menos estrambótica.
El pasado 2014, según señalan todos los indicadores, ha sido el mejor año de la historia del cine español. Las cifras avalan el talento de quienes han creado esas películas que han atraído a los espectadores a las salas de cine más que nunca, pese a que el precio de las entradas tiene un incremento del 21 por ciento del IVA. Lo mismo que lo tienen muchas otras cosas que pagamos a diario y nos permiten hacer frente a necesidades básicas, como es la electricidad, el gas o el agua. En la gala del cine se reclamó la bajada de lo que se ha dado en denominar, con notoria impropiedad, el IVA cultural. El IVA cultural no existe. Existe una IVA del 21 % con el que se cargan ciertos productos culturales. Lo del IVA cultural es una falacia que ha interesado difundir, cono si se tratara de un impuesto especial que grava, también de forma especial, la cultura. Podrá debatirse si el 21% de IVA a esos productos culturales en España es razonable o no lo es. Podrán hacerse comparaciones y sacar consecuencias con el IVA que soportan las actividades culturales en otros países de la Unión Europea. En Gran Bretaña, por ejemplo, es del 20% y en Francia del 7%. Pero no es de recibo lanzar mensajes que se prestan a equívocos.
Sabemos que ha sido frecuente en el mundo cinematográfico que se entregaran generosas subvenciones —pagadas con dinero de los contribuyentes— por el simple hecho de hacer una película. Muchas de ellas no se han distribuido; más aún, ni siquiera se han estrenado. Se rodaron para conseguir una jugosa subvención que suponía mucho más que los costes de hacer la película: un negocio redondo.
Diré que «Resistiré» es una canción que me encanta. Sé que ha ayudado a muchas personas a resistir en trances difíciles, incluso se ha convertido en una especie de himno para hacer frente a la adversidad. Añadiré algo más, que como forma de protestar ante el ministro de Educación y Cultura, presente en la gala, me parece hasta una forma elegante de hacerlo, sobre todo si tenemos en cuenta la actitud, rayana en la grosería, que se había empleado para protestar en otras ocasiones. Quizá lo mejor de todo fuera Antonio Banderas, el Goya de Honor de este año, que también cantó la canción del Dúo Dinámico en una de sus primeras películas.
(Publicada en ABC Córdoba el 11 de febrero de 2015 en esta dirección)